La nueva propuesta teatral desde el concepto Genius Locci (los espacios quedan impregnados de los espíritus de las personas que los habitan), para crear esta obra partiendo de una persona que se encuentra en soledad sobre una silla de ruedas. Por qué llegó allí, en qué lugar se encuentra, que siente, que sueña, que puede esperar del sistema de salud…
Con esta obra no verbal planteada desde el silencio, en un espacio aséptico vacío, donde toda la atención recae en la actriz y el actor, sin artificios o elementos de escenografía más allá del aforo, donde se recrean varias situaciones entre los dos personajes que conducen a un final inesperado, hemos querido provocar un momento onírico, apartarnos de la tecnología que nos atrapa en sus pantallas, para compartir con el público un tiempo indefinido en la intimidad del teatro, y así proponer una reflexión sobre la humanización en el sistema de salud.
Reseña:
Un ser que se despierta sentado en silla de ruedas, imposibilitado a caminar y sin emitir sonidos para hablar, tanto que, ni siquiera puede gritar, confinado a un espacio desconocido, conectado con el mundo exterior a través de una ventana.
En su soledad es apoyado por una enfermera (Ella), en pro de la alegría, de la efímera felicidad que a Él le puede ofrecer un amor ausente.